|
Biblia mandada preparar por Cisneros en la Universidad de Alcalá de Henares, la cual pasa por ser la obra más hermosa en su género o, al menos, la primera impresa en el mundo.
El deseo de tener la Sagrada Escritura en diversos idiomas originales ya surgió en tiempos antiguos. En el siglo III Orígenes de Alejandría ya preparó la Hexapla (seis columnas o planos) uno por cada lengua en que, de forma comparativa, la preparó. Aunque perdida y sólo recuperada en algunos fragmentos sacados de citas de autores posteriores, fue el primer intento comparativo que se conoce.
Después, y antes de la Políglota, se hicieron otras versiones a lo largo de la Edad Media, más o menos completas, tanto por parte cristiana como judía.
Pero la llamada Políglota de Alcalá fue la primera que ambicionó el ser completa. Fue sufragada por el Cardenal Francisco Jiménez de Cisneros, diseñada por él mismo en 1502, siendo Arzobispo de Toledo y regente del Reino. Nebrija y López de Zúñiga trabajaron en la empresa, contando con los documentos latinos, griegos y hebreos recopilados por Cisneros y algunos pedidos al Vaticano.
El primer tomo y quinto de la Obra se publicó en Enero de 1514 y se terminó la impresión de los seis tomos resultantes el 10 de Julio de 1517, cuatro meses antes morir el promotor. León X la aprobó con un Breve del 22 de Marzo de 1520.
Se sacaron 600 ejemplares en la imprenta de Arnoldo Guillermo de Brocario. En la parte superior, en tres columnas, se puso el hebreo punteado, el texto latino de la Vulgata y el griego de los LXX acentuado. En la parte inferior de la página fue el texto caldeo y la transcripción latina de ese texto.
Otras Biblias políglotas famosas fueron la de Amberes, hecha entre 1568 a 1572; la de París, de 1617 y 1618; la de Londres, hecha por los anglicanos en 1654.
Además, hubo ediciones diversas en dos o tres idiomas de algunos libros como el Pentateuco o sobre todo los Salmos. Se hicieron muchas, por el gran interés que la Biblia siempre despertó en los cristianos, católicos, ortodoxos y protestantes, así como en los judíos lo suscitó el Antiguo Testamento.
|
|
|
|
|